Lucía y Jorge llevan juntos un par de meses ; él es magnífico con ella; ella está encantada , son jóvenes y se están conociendo. Tienen esa ilusión y esas ansias que nunca se deberían de perder. Luego están Antía y María, que se están volviendo a dar una oportunidad ,una segunda oportunidad , sin porqués ni peros , quieren ser mamás. Una noche Jorge pega a Lucía por llegar tarde a casa y no decirle dónde estaba , él está seguro de que la ama y que lo hace por eso pero... ¿el amor es posesión? No es la primera vez que la golpea. Ella está destrozada, no se acuerda de lo que es vivir, él se lo ha arrebatado todo. Huye de casa en busca de un motel para pasar la noche , al fin y al cabo mañana será otro día, o más bien la misma pesadilla que se repite día tras día. Antía y María cenan en un restaurante para celebrar que han sido mamás, tienen un bebé, un bebé de ellas, de su amor, quieren que crezca sano, que sea lo que él quiera ser, pero que siempre sea feliz, salen del restaurante soñan