Quince corazones negros
Dicen que las mejores etapas llegan cuando uno no se las espera, imagínate estar recomponiendo ese caparazón que esta vez, estás seguro al 200% de que nadie lo volverá a traspasar, no crees que nadie se merezca ver lo mejor de ti. Entonces te das media vuelta y ves a una niña, una niña de ojos cálidos, que te ayudarán a sobrevivir ante este largo invierno que se asoma por el norte. El problema se presenta cuando no sólo tiene esa cualidad, resulta que esa niña consigue darte tanta paz como el mar, es desesperación y bondad, no le importa nada de lo que sucediera, solamente le preocupa el qué sucederá , aún así, tiene una fortaleza tan inmensa oculta que el sucederá siempre se queda con las ganas con ella. Todavía no he podido describirla en palabras, porque nunca son suficientes para ella, creo que esta vez el caparazón se va a construir con su ayuda, al menos mientras queden quince corazones negros, allí donde solíamos gritar. Alba T. Larralde